Para las actrices porno no se consigue glamour, fama y dinero a raudales de manera rápida y sencilla como muchos creen. No sólo es cuestión de tener el coño y el culo predispuestos a todas las pollas que el director de una película porno decida endosarte como muchos piensan, no.
Hay aspectos muy duros en la profesión y uno de ellos es llevarse el trabajo a casa. Ser actriz porno es una de las pocas profesiones en las que cuando llegan a casa después de una dura (nunca mejor dicho) jornada de trabajo les puede tocar seguir currando, es decir, llegar a casa y que su novio o marido tenga la tranca bien dura y quiera follarsela durante toda la noche.
Esto es lo que le ha pasado a Afrodita Night, que además tiene un novio que se ha comprado una camara profesional HD para grabar los polvos y luego hacer sesiones domingueras con los amigos.
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